El concepto del Diseño Universal surge en EEUU con el fin de defender
un diseño sin barreras arquitectónicas, accesible para todas las
personas, con y sin discapacidad. Este movimiento propuso elaborar
diseños que considerasen desde el momento inicial la diversidad de la
población en su conjunto y no solo las necesidades de las personas con
discapacidad, de forma que las características de accesibilidad quedasen
integradas en el proyecto global. Además, se demostró que en muchos
casos estos cambios beneficiaban a todo el conjunto de la población.
En el ámbito de la educación, el Diseño Universal de Aprendizaje
(UDL) se trata de reducir todo tipo de barreras en los contextos
educativos para que los procesos de aprendizaje sean accesibles a todos
los estudiantes. Dicho de otra forma, se trata de un sistema de apoyo
que favorece la eliminación de barreras físicas, sensoriales, afectivas y
cognitivas para el acceso, aprendizaje y la participación de los
alumnos. Cuando se habla de las barreras del entorno surge la idea de
analizar el tema desde otro punto de vista muy interesante: considerar
un ‘entorno discapacitante’ en lugar de ‘personas con discapacidad’.
Si se analiza un caso más concreto como la forma en que un profesor de
la ESO diseña un curso académico (materiales didácticos, organización
de la clase, metodologías, etc.), el objetivo es conseguir un entorno de
aprendizaje que incluya a la mayor parte del alumnado posible,
considerando la diversidad del grupo. La consecución de este objetivo
puede basarse en dos puntos fundamentales:
- El diseño de actividades, materiales y metodologías inclusivas que ayuden a los alumnos con diversas discapacidades, pero que al mismo tiempo sean de gran ayuda para el resto de alumnos.
- La disponibilidad del profesor para adaptar de una forma flexible los contenidos, el nivel de exigencia, la motivación y la forma de actuar en función del ritmo de aprendizaje y las capacidades de los alumnos.
En este caso se ha optado por organizar las pautas para una educación inclusiva en dos bloques diferentes:
En el bloque de la representación, se considera importante
proporcionar diferentes alternativas para la percepción del material de
clase como puede ser poner subtítulos a los vídeos o realizar
descripciones de las representaciones visuales. Estas medidas, además de
ayudar a las personas con dificultades visuales o auditivas facilita la
comprensión del resto de los alumnos.
En este mismo bloque, se puede actuar para facilitar a los alumnos la
comprensión del material mediante una buena organización de la
información mediante patrones, características fundamentales, relaciones
entre ideas y la transferencia de información. Por ejemplo, al realizar
ejercicios, marcar claramente las diferentes partes del mismo para que
las personas con dificultades de atención sepan donde se encuentran. De
esta forma, a los alumnos también les ayuda a reforzar los conceptos
propios de cada parte del ejercicio.
2. Emplear múltiples formas de acción
En este caso se adapta la consecución de objetivos a la velocidad de
aprendizaje de los alumnos. Para ello, se pueden utilizar pequeñas
tareas que los alumnos deben ir superando (cada uno a su nivel). La
evaluación del aprendizaje se hará mediante el progreso realizado por el
alumno, y no solamente de los logros obtenidos.
Además de esto, también se potencia la motivación en los alumnos
mediante la flexibilización de los desafíos que se les proponen,
dándoles autonomía a la hora de elegir las actividades a realizar y
proponiéndoles diferentes niveles de profundidad según sus capacidades.
Por ejemplo a la hora de tratar el tema de estructuras mediante un
proyecto, se les da libertad para realizar un puente de la manera que
ellos quieran, pero a los alumnos con mayor capacidad, se les reta con
objetivos más ambiciosos.